¿QUIÉN ES RESPONSABLE?

Santo Domingo, República Dominicana 17-Junio-2012

Una vez en el planeta Marte, en uno de los países de este planeta, que había un padre de familia que no alimentaba a sus hijos desde el día en que nacían, y tampoco permitía que la madre los alimentara. Este marciano explicaba a quienes pedían razones de por qué asesinaba de esa forma a sus hijos diciendo:

"Ellos van a morir de todas formas, ninguno va a durar más de quinientos años si yo los alimento, por lo tanto: ¿Para qué la molestia? ¡Qué mueran al nacer!

La Iglesia de Dios está formada por gente que puede subsistir aunque sea precariamente. A esta parte de la Iglesia de Jesús no le sirve el sombrero. Pero hay una parte de la Iglesia que subsiste e incrementa su patrimonio. Esta parte de la Iglesia puede tomar de esa porción destinada a incrementar el patrimonio, un pequeño porcentaje para la causa de la hambruna africana, por lo tanto, el sombrero le sirve un poco. Pero hay una parte de la Iglesia, principalmente aquella que administra las grandes riquezas a la que este sombrero  le queda a la perfección, este sombrero fue diseñado para esta parte de la Iglesia.

No somos salvos por obras, pero es nuestro deber hacer obras porque somos salvos; a esto se llama religión sin mancha según la palabra. Así que no diga la Iglesia:

"Cristo dijo que siempre habrá pobres en el mundo".

Utilizando esta frase como pretexto, como queriendo decir:

"¿Para qué el esfuerzo en ayudar al pobre? ¡Déjame disfrutar lo mío! ¡El pobre que se muera si no puede estar vivo!"

Así que hay en África parte de la humanidad muriendo de hambre. Esta parte de la humanidad, antes que a los gobiernos del mundo, le corresponde a la Iglesia de Jesucristo el ir en su auxilio. Pero como digo una cosa digo la otra. Hay muchos cristianos que arriesgan sus vidas para ir en auxilio de estas personas; pero también está el factor político y socio-económico, principalmente lo que tiene que ver con los dos bloques en que la tierra está dividida. El capitalista y el comunista.

Ya tenía mis cañones apuntando a la Iglesia pero en este instante me retracto y voy a bombardear a los verdaderos culpables.

Yo soy comunista en el sentido puro y santo de esta palabra; pero respecto a los sistemas de que he hablado, soy capitalista porque pese a sus vicios, está muy por encima al sistema comunista. El sistema capitalista permite a la Iglesia de Jesucristo el ejercer la ayuda al pobre sea cual sea su religión. Pero los sistemas totalitarios, los cuales son comunes en los en los países con tendencia al comunismo están plagados de grupos extremistas que no respetan la vida de quienes no son de sus mismas religiones.

América sacude el polvo de su calzado respecto a la hambruna africana porque estorban a quienes quieren ayudar, asesinan a quienes reciben la ayuda y obligan a que se crea en tal o cual religión, de manera que quien cree lo contrario muere asesinado. Así que la muerte de los africanos, esa sangre recaerá sobre la cabeza de los que no toleran ni respetan la vida de quienes creen diferentemente a ellos.

Yo vi un documental en el que la hambruna africana es desconcertante, y me preparaba en este artículo para arremeter contra la Iglesia de Jesucristo, la cual en la actualidad goza de una prosperidad muy grande. Pero luego consideré las razones por las cuales hoy en pleno siglo XXI existe esta infrahumana condición de vida. Y la razón fundamental es la oposición  que hacen las religiones intolerantes y asesinas, ellos son los culpables de esta hambruna y de ellos demandará el Señor la sangre de todas esas vidas.

Respecto a la salvación de las almas en esos cuerpos que en procesión descienden a la muerte, ya escribí un estudio titulado:

"¿PREDICÓ JESÚS A LOS MUERTOS?" En el mes de Diciembre-2011.

Ahí hago un planteamiento de la Teoría de la Ley Natural, expresada por el Apóstol Pablo. Por lo tanto, la Iglesia de Jesucristo sacude el polvo de sus sandalias y no es responsable de ir en auxilio de esa parte de la humanidad azotada por satanás, en un espacio dominado por satanás.

Ojalá creyeran en Cristo, para que Cristo luche contra sus enemigos; pero mucha de esta gente, sea porque los obligan o sea voluntariamente creen en dioses abominables, y así jamás llegará el auxilio del Omnipotente.