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domingo, 3 de junio de 2012

LAVADO DE CEREBRO

Santo Domingo, República Dominicana. 3-Junio-2012

Para amar tengo que esforzarme, para odiar simplemente soy como soy. La naturalez adquirida por Adán, se convirtió en parte de nuestra herencia, por eso mi corazón dejado libremente a sentir lo que él quiera no es bueno. El enemigo dice, o utiliza a un ser humano para decir que a nosotros se nos ha lavado el cerebro. Y yo digo que tiene razón, pero digo también que el segundo mensaje, o el mensaje subyacente es un engaño. Pues el diablo no solamente cuenta con la naturaleza humana a su favor para sus abominables propósitos, él también y con más persistencia que nosotros constantemente bombardea el sub-conciente del hombre para que este crea que las decisiones que él toma, las toma sin influencia alguna.

Si tengo que inclinarme por alguna corriente en psicología, me inclinaría por el conductivismo. Cuando alguien dice que nos han lavado el cerebro no está mintiendo porque es exactamente eso lo que hacemos, nos lavamos, nos limpiamos de toda inmundicia y lo hacemos concientes de lo que estamos haciendo. El concepto lavado de cerebro como lo usa el hombre es contraproducente porque en realidad lo que el hombre hace es un sobre ensuciado de cerebro, no un lavado, y lo hace furtivamente, subliminalmente (obra del diablo) para que el hombre crea que sus ideas son originales, y no sabe que el autor el satanás.

Para amar, necesariamente se necesita un lavado de cerebro voluntario quedando la casa, el templo apto para que Él habite. Amar es vivir felizmente, odiar es morir, sea instantáneamente o lentamente. El que ama vive, el que odia, está muerto y no vive. El que odia y deja de odiar, comienza a vivir e instantáneamente se da cuenta de que en el cielo hay estrellas y una luna, cree que los árboles tienen otro color y que la luz del sol es maravillosa, pero también se hace sensible al dolor ajeno y lo sufre porque está vivo, porque ama.

Lavemos nuestros cerebros, es decir despojemosnos de toda contaminación, porque algunos que vivían, que amaban han dejado que la contaminación embote el sentido del amor. ¡Oye! Dios te hizo y solamente Él sabe como es que tú funcionas optimamente.

¡No me creas por mis palabras! ¡Haz la prueba! ¡Ojalá hicieras la prueba para que quedes atrapado en la vida , en Cristo Jesús, Señor nuestro!

¡A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén!

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