Santo Domingo, República Dominicana. 09-Agosto-2012
Este proceso es inevitable. Se levantaran hombres árabes llenos del Espíritu Santo y predicarán a Cristo. La historia siempre se repite. Muchos caerán y mientras más caigan más añadirá el Señor Jesús a la iglesia, hasta que el hombre nota que es contra Dios a quien le está llevando la contraria y opta por permitir la libertad de culto porque de lo contrario exterminaría a todo el linaje.
He aquí un don nadie haciendo esta convocación al mundo cristiano. ¿Dónde están los líderes cristianos de este planeta? Ustedes saben que esta oración es la primera petición que debe hacerse a Dios cada día a primera hora, hasta que acontezca. ¿O están muy acomodados disfrutando de los privilegios que les brinda la posición?
Tú que estás en un lugar de influencia a mayor número de creyentes eres quien debiera estar haciendo esta convocación al mundo cristiano.
Pero la obra de Dios no la detiene el siervo negligente. ¡Hermanos, Dios es real! ¡Es tiempo de creerle!
Por este medio invito a todos los cristianos del mundo a que
oren por el mundo árabe. Los invito a que no dejen pasar un solo día sin hacer
aunque sea esta pequeña oración:
Padre, te pido en el nombre de Jesús que levantes hombres árabes con tu poder, para que propaguen el evangelio de Jesucristo en el mundo árabe.
Este proceso es inevitable. Se levantaran hombres árabes llenos del Espíritu Santo y predicarán a Cristo. La historia siempre se repite. Muchos caerán y mientras más caigan más añadirá el Señor Jesús a la iglesia, hasta que el hombre nota que es contra Dios a quien le está llevando la contraria y opta por permitir la libertad de culto porque de lo contrario exterminaría a todo el linaje.
He aquí un don nadie haciendo esta convocación al mundo cristiano. ¿Dónde están los líderes cristianos de este planeta? Ustedes saben que esta oración es la primera petición que debe hacerse a Dios cada día a primera hora, hasta que acontezca. ¿O están muy acomodados disfrutando de los privilegios que les brinda la posición?
Tú que estás en un lugar de influencia a mayor número de creyentes eres quien debiera estar haciendo esta convocación al mundo cristiano.
Pero la obra de Dios no la detiene el siervo negligente. ¡Hermanos, Dios es real! ¡Es tiempo de creerle!
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