SENDANTIGUA -3

 SD. Rep. Dom. 5/abr/2023

PRIORIDADES

Rolando:

¿Cómo piensas tú que se encuentra la iglesia hoy en día? ¿Cuál, en tu opinión, es la condición del cuerpo de Cristo?

Nuevo Creyente:

No estoy seguro. No me he detenido a pensar en éso. Pero creo que la iglesia está bien. El número de iglesias y de ministerios es cada vez mayor. Hay más prosperidad que antes. Todo éso es bueno. ¿O no?

Rolando:

Por supuesto que sí. Pero me parece que nos hemos desviado un poco del plan de Jesucristo con su iglesia. Dios dijo una vez por medio de uno de los profetas (Jeremías 13:11) que Él quería utilizar a Israel, pero Israel abortó el plan de Dios. Dios quería enseñar al mundo que Él es el único Dios mostrando su protección a Israel. Pero Dios, en vez de protegerlos tuvo que castigarlos y castigarlos; los entregó por 70 años al exilio y finalmente los esparció por toda la tierra. Muchos de nosotros los cristianos decimos, «¡Wao! ¡Qué pueblo ese!» Pero no miramos hacia adentro de nosotros mismos. Pues bien, si Jehová no hubiese comprometido su palabra con Abraham, Jehová habría buscado otro pueblo y habría vomitado a Israel. Y es lo que Dios ha venido haciendo todo el tiempo. Él ha venido enmendando y remendando todos los dislates que su pueblo o su iglesia va cometiendo. Dios traza un plan, una trayectoria, y su iglesia diseña otro por el cual decide caminar. Lo hace a discreción, como si tuviera autoridad para abortar las directrices del Señor. Y se repite lo que sucedía en Israel (Jueces 17:6) cuando todavía no tenían rey humano, cada quien hacía lo que mejor le parecía. Pero el autor del libro de los Jueces, desconocido, no sabía que ésto se repetiría una y otra vez hasta después de la llegada del Mesías.

Dios dice, «Primero mi reino y su justicia, luego lo otro.» Y el pueblo dice, «Te equivocas Jehová. Nosotros buscaremos lo otro primero, luego buscaremos dones del Espíritu y haremos justicia al pobre y todo lo que signifique buscar el reino de Dios y su justicia. »

Y yo, Rolando, le digo a Jehová que no me cuente con los rebeldes porque el me conoce desde mi juventud. Mi Dios trabaja y sufre con estoicismo por todos; pero lo hace por amor al remanente fiel. Dios siempre tendrá su merecido remanente fiel. A Él sea la gloria.