SD. Rep. Dom. 1/abr/ 2023
Siervos del Dios Altísimo, mi alma se regocija por las victorias del pueblo santo, Israel espiritual.
Sigamos adelante, orando en el lugar secreto porque quienes vivimos conectados a la red del Espíritu Santo podemos sentir el aumento del poder en estos cuerpos de carne y sangre.
No dejemos filtrar, no dejemos escapar lo que de Dios recibimos, como un balde con orificios deja escapar el agua. No estoy diciendo que se esté escapando nuestra unción, estoy diciendo que con diligencia procuremos no dejar escapar lo que tanto nos cuesta. Nos cuesta horas sin dormir, nos cuesta ayunos.
¿Cómo se escapa la unción? --- Se escapa cuando nuestras palabras no son prudentes, cuando compartimos en chismes, cuando apoyamos injusticias, y muchas otras cosas.
Somos luz del mundo, de un mundo en tinieblas. Quienes por razones de trabajo, estudio, etc., están por obligación más en contacto con esas tinieblas, éstos son más vulnerables, o necesitan esforzarse más para mantenerse alerta contra todo ese mal que les drena la unción si se descuidan y participan de muchas «pequeñeces» de las tinieblas.
Yo ruego a mis hermanos que oran más, que oren por sus hermanos que oran menos. Para que nuestros hermanos que por trabajo o estudio tienen menos fuerza física para orar (porque hay un desgaste físico al orar) puedan vencer en el campo de batalla.
¿Cuál es el campo de batalla?
El trabajo, la escuela, la calle, y todo lugar donde constantemente estamos dando buen testimonio.
En cada ocasión que das en el mundo un buen testimonio, atraviesas un demonio con tu espada, lo atraviesas de lado a lado. Y éso es poco decir siendo modesto.
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