SD. Rep. Dom. 29/mar/2023
Hay un pensador contemporáneo que llama a esta generación, la generación idiota. Lo que diré no es la antítesis a su planteamiento. Además, este señor tiene la cabeza muy bien amueblada. Pero podríamos excusar un poco a esta generación porque la generación que le precedió, una generación de genios, de manera sistemática sentó las bases para producir la actual generación. Pero fueron unos genios idiotas porque embrutecieron a la generación que los sucederá para manejarlos a su antojo. ¿Pero genios idiotas, acaso son ustedes eternos? Van a morir. ¿Dejarán la tierra en manos de quién?
La infancia, una de las etapas del desarrollo del ser humano, se desplaza hacia adelante; es decir, puedes ver personas de treinta años o más con actos infantiles tales como cuando uno dice a otro: «Te apuesto que yo hago la imprudencia más grande.» Y el otro dice, «No, yo te apuesto que mi imprudencia es insuperable.»
Mi amigo pensador se sorprende con esta generación, y no sé si él sospecha que el problema es irreversible en un mundo donde DINERO es dios todopoderoso.
Ésta no es mi gran idea original porque ya la Biblia lo había dicho, la dinerolatría es la raíz de todo mal. Es asombroso notar cuanta sabiduría hay contenida en ese libro sagrado.
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