TOKISCHA DESAFÍA A JEHOVÁ

 SD. Rep. Dom. 28/mar/2023

Heme aquí, soy un atalaya. La sangre de cada quien corra por su propia cabeza, no sobre la cabeza del atalaya.

No he tenido ningún sueño. No se me ha aparecido ningún ángel para dar este mensaje. No he oído la voz de Dios diciéndome fulano o fulana morirá, como hacen algunos creyentes, que sin Dios hablarles así, dan mensajes así, solamente porque en la antigüedad Dios lo ha hecho.

Estas palabras han sido motivadas por los actos de alguien, no porque Dios me haya hablado. Digo ésto porque Dios hablaba con el profeta como un hombre habla con otro hombre y le decía, «Di a fulano que si no se aparta de su pecado, morirá antes de los días que yo había contado para él.»

Queda claro entonces que no estoy profetizando en el nombre de Jehová, sino que estoy dando mi opinión sobre el acto de una persona que está desafiando a Jehová.

Entre los hombres existe la libertad de expresión. En el mundo espiritual, mundo en el que gobierna Jehová, e incluso el diablo mide sus palabras, no existe la libertad de expresión. Y la lengua es la herramienta más peligrosa.

He aquí el asunto.

«No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad.» Levítico 19:29

Una mujer fornicaria dice, voy a vivir mi vida fornicando y adulterando, y se encuentra con un hombre que ha decidido lo mismo. Dios dice, «Ok, yo te había contado tus días en 90 años; bueno, vivirás tus 90 años nada más. Lo que sigue, ya tú sabes.»

Otra mujer, no solamente vive fornicando, sino que desafía la prohibición de Jehová de prostituir, a pesar de las consecuencias inmediatas. Éso no pinta bueno.

En la hora de las tinieblas (Apocalipsis 13:5-7) habrá libertad de expresión en el mundo espiritual; pero la hora de las tinieblas todavía no ha llegado. Por lo tanto, yo aconsejo no creer todas las mentiras al diablo.

Antes de Cristo, las exigencias de Dios eran solamente para Israel. Después de Cristo, las exigencias son las mismas para Israel y para los gentiles; es decir, son las mismas para la tierra entera.

Por lo tanto, no contaminen la tierra como lo están haciendo en muchas partes del mundo y la tierra está vomitando a sus moradores. [Levítico 18:26-28]

Que se sepa! Yo no vivo pendiente al mundo de la farándula; pero aquí la farándula se metió en mi mundo.