MI CASO EN LUTOS

 SD. Rep Dom. 20/mar/2023

Después de ser quebrantado varias veces por no observar a Levítico 21:1-4 había optado por no ser quebrantado más, y lo observaba. Debo decir que hoy en día la gracia cubre a los pastores y a todos los ministros, y ellos no son quebrantados al no observar a Levítico 21:1-4; pero yo si soy quebrantado. Pero me veía indolente al no acompañar a un compañero al perder un ser querido. Y encontré una solución. Cada vez que he dejado de observar a Levítico 21:1-4, porque decidí no observarlo más, lo que hago es no ir sobre mis rodillas hasta que haya pasado un tiempo que yo he elegido. Simplemente hago pausa en mi búsqueda del rostro de Dios. Me aparto de Dios aunque el Espíritu Santo no se aparta de mí.

He notado que en ese corto tiempo en el que me aparto de Dios las tinieblas oportunistas atacan aunque saben que vivo bajo la sombra del Omnipotente.

Anoche soñé que recibía letal ataque y que procuraba salvarme por mis propios medios y con diferentes ayudas. Veía como las ráfagas de fuego atravesaban muros de unos dos metros de grueso. Como bolas al rojo vivo que atravesaban esas paredes. Como si las paredes fueran queso blando. Y hacia donde quiera que corría me perseguían hasta que acorralado grité tres veces: Jehová, Jehová, Jehová, y los atacantes corrieron despavoridos; acto seguido desperté.

No pretendo ser un patrón a seguir en este asunto, pero puede ser valioso a mis hermanos saber ésto. Y aunque hago esa pausa en mis oraciones, sigo bajo la sombra del Omnipotente.