SD. Rep Dom. 19/mar/2023
NI DIOS PUEDE REVERTIR LA SENTENCIA
Bendito sea Jehová porque es piadoso y misericordioso en gran manera.
Es una dicha cuando el ángel de Jehová estorba nuestros caminos en la misma manera que Jehová estorbó el camino de Balaam en su mula.
Entiendan con cuan grande amor nos ama Dios quien se toma molestias que ningún hombre se tomaría si intercambiara su lugar con Jehová, el único Dios Todopoderoso.
Jehová, eres bendito, eres bueno, eres piadoso, eres paciente, eres amor puro.
Semidioses con una millonésima de tu poder dirían: «Si yo fuera Dios, ya habría castigado a todos los culpables, lo cual sería perfectísimamente justo. Y habría recompensado a los justificados por Cristo. Y ésto sería también justísimo.»
Éso diría un semidios con una millonésima porción del poder de Jehová. Pero Jehová, además de ser justo en sumo grado, es muy grande en piedad y amor. Y nadie ha calculado jamás la dimensión de su dolor, el cual Él sufre por amor. Y cuando suelen pensarlo, los mal agradecidos dejan que el enemigo les ponga en la mente que para éso es que Jehová existe, para sufrir por nosotros, y debiera sufrir y gratificarnos con impunidad. Así causan gran dolor al Espíritu Santo, y tristeza. Tristeza que no, y no y no merece. El Espíritu Santo no merece el dolor que tú le causas; pero lo peor de todo es que ignoras el gran dolor que para ti mismo atesoras para el resto de la eternidad. Porque irrevocable es la sentencia, porque Jehová juró por su propio nombre; y ni Él ya lo puede revertir.
¡Inicuo, como ha entenebrecido tu entendimiento el diablo para que no puedas entender ésto!
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