CIELOS DE BRONCE

Santo Domingo, República Dominicana. 27-Enero-2013

Si una persona dice estar rogando a Dios, y esta persona está consciente de que no está apartada del pecado, y esta persona se queja de que Dios no le abre los cielos, entonces estamos frente a una persona sin vergüenza, blafema y sin temor de Dios porque Dios dice:

"Estemos a cuenta (Isaías 1:18) y luego, cuando estés al día con tu deuda comerás el bien de la tierra."

Pero si una persona dice estar rogando a Dios y esta persona está cosciente de que sí, sí, y sí está apartada del pecado, y esta persona se queja de que Dios no le abre los cielos, entonces estamos frente a un creyente mal instruido. Este creyente  tiene las instrucciones incorrectas, no por no recibir, sino por quejarse al no recibir.

Yo ya he dicho que Dios está decepcionado con muchos de sus hijos porque el mismísimo Dios diseñó una máquina impresionante (el cerebro) y ha responsabilizado a cada alma para que desarrolle la destreza de usar esta máquina. Pero la holgazanería de muchos hijos de Dios los lleva a esta desobediencia a Dios de no querer desarrollar la destreza de utilizar el cerebro. El inmenso número de creyentes está decidido a no esforzarse en escudriñar las escrituras, estos holgazanes están aferrados a la comodidad y dicen como Jaimito el cartero: 

"Quiero evitar la fatiga."

No sabe usted cuantas veces he oído a profesinales ufanarse de como alcanzaron sus títulos y usan mucho esta frase desgastada: "Yo me quemé las pestañas". Todo aquel que tiene hábito de lectura y lee por tiempo prolongado, sabe que es así exactamente como se sienten las pestañas, como si se estuvieran quemando, de ahí la expresión "Quemarse las pestañas" para referirse a la lectura prolongada. 

Pues bien, si alguien hace tal esfuerzo para alcanzar un título universitario: ¿Es o no es hiper-super-mega lógico que para alcanzar el título de la vida eterna se haga igual o mayor esfuerzo? Diré algo que es implícito: Si usted lee, es para afirmar lo que comprendió, no es para dudarlo, porque si duda sobre su interpretación, sobre lo que el Espíritu le revela por su palabra escrita (La Biblia, la palabra profética más segura) usted se ha quemado inútilmente las pestañas. 

Me indigna cuando escucho que un creyente hace preguntas cuyas respuestas están muy fáciles de encontrar en las Escrituras. Y veo como los comerciantes del evangelio hacen su agosto con este tipo de creyentes.

¿Por qué toda esta perorata? Porque escuché que se hizo esta pregunta a los comerciantes del evangelio:

¿Por qué Dios no me resuelve por más que le ruego?

Y hacerle esta pregunta a un comerciante del evangelio es un error. La respuesta a esa pregunta no es una, sino un grupo de respuestas:

1. Si estás apartado de pecado, pero pides para los deleites, no serás oído y Dios hará todo cuanto sea posible para que aprendas a pedir como conviene.
2. Si no estás apartado del pecado, no serás oído.
3. Si estás apartado del pecado, serás perseguido por causa de la justicia.
4. Si estás apartado del pecado, tus oraciones ya han sido contestadas y tienes los cielos abiertos.

¿Por que digo que el creyente que hace esta pregunta no tiene instrucción? Porque uno con instrucción en el ABC cristiano se le enseña a Malaquías 3:13-18.

"...Pero los verdaderos hijos de Dios le dieron gloria a Dios en la miseria. Y eso Dios lo registró en su libro de memorias. (Malaquías 3:16).

Nunca jamás los cielos habían estado tan abiertos para mí como al día de hoy. ¡Ojo! Tengo 4 años sin empleo. Y aunque he estado mendigando a mi familia mis hijos no han mendigado por lo que se cumple conmigo, en mí la palabra: "No he visto justo desamparado, ni su descendencia mendigando pan". ¡Atención! La palabra dice que la descendencia no mendiga el pan, pero el justo si puede llegar a mendigarlo y al mendigarlo no será desamparado. ¡Aprende la verdad y madura en esto que estas! ¡Y no digas como el cantante Luis Miguel que pedía diciendo: "Mienteme con un beso que parezca de amor...." ¡No le preguntes a los comerciantes del evangelio, fájate tú a leer la Biblia y a humillarte ante tu Dios!

Si te fijas en mi condición, notarás que por conspiración estoy como estoy. Y a Dios doy la gloria porque me ha elegido como un modelo al mundo entero. Los comerciantes me toman y dicen:

"He ahí a uno con los cielos de bronce. (Pero en realidad es la conspiración de todo el sistema del mal, incluyendo a los comerciantes del evangelio). Dicen: Este tiene los cielos de bronce porque no alaba y adora a mamón como nosotros. Por lo tanto, pueblo de Jehová: ¡Alaba y adora a mamón para que no se cierren los cielos para ti!

Eso es lo que dicen los comerciantes del evangelio sobre mí, pero Dios dice de mí:

"Este es un verdadero creyente de toda su alma, de todo su corazón y de todas sus fuerzas. ¡Créanle! Porque mi palabra está en su boca. Y si no le quieren creer a él: ¡Fájense a leer la Biblia y dejen la simpleza!

 No, no estoy loco al decirte que los cielos están abiertos para mí y tengo 4 años mendigando y sin empleo. ¡No te dejes engañar! Pues el concepto de cielos abiertos y cielos de bronce para los materialistas comerciantes del evangelio, es un concepto errado que cierra los verdaderos cielos de Dios.

¿Por cuánto oro de esta tierra cambiaría yo la convicción de salvación que Dios ha incrustado en mi corazón? ¿Por cuánta gloria de hombre cambiaría yo el acceso directo que tengo a la instrucción divina y toda la ciencia que Dios me ha servido como un bufete para mí solo? ¿Qué hombre sobre la tierra está mejor que yo por razón de toda su riqueza? ¿No es por esta razón que satanás me odia con todas sus fuerzas? Yo menosprecio el oro, y peor aún, enseño a otros a menospreciarlo. ¿No soy yo para satanás como un toro cuaya argolla le rajó el hocico? ¿Cómo me controlará si menosprecio a mamón?

¡Sépanlo todos ustedes comerciantes del evangelio! Es basura todo el oro acumulado que ustedes tienen. Mi condición es mil millones de veces mejor que la de ustedes. ¡Dios, te ruego que no pierda yo jamás la razón! Porque en mi juicio como ahora está, jamás cambiaría mi condición por la de los comerciantes del evangelio. Y si me dices que estoy sintiendo orgullo, que estoy siendo exhibicionista de mi relación con Dios, no te lo negaré. Dios es mi orgullo. ¡Que lo sepa el universo!